Todos hemos sentido esa pequeña voz interior que nos dice que necesitamos mejorar algo en nuestras vidas. Sin embargo, no lo hacemos. ¡Cuántas veces nos hemos propuesto un cambio pero hemos acabado desistiendo! ¿Por qué preferimos vivir incómodos? ¿Por qué nos cuesta tanto cambiar?
Aquí te resumo 6 causas que nos impiden cambiar:
- Pereza: La pereza está en cada célula de nuestro cuerpo. Joe Dispenza explica que nuestras células están acostumbradas a ciertos patrones y pueden sabotear nuestros esfuerzos para cambiar. Así que no dejes que el cuerpo te arrastre, ya que él no quiere cambiar y va a intentar convencerte de que no lo hagas.
- Miedo a lo que el cambio conlleva: Tememos que cambiar signifique tomar decisiones mayores como divorciarse o dejar el trabajo. No sabes cuántos clientes me expresan ese miedo. Sin embargo, cambiar significa ver lo que tenemos de otra forma para poder gestionarlo mejor, no necesariamente reemplazarlo.
- Apegos emocionales: Estamos apegados a nuestras rutinas y hábitos que nos brindan seguridad. Reconocer estos apegos es el primer paso para liberarnos y permitirnos crecer. Salir de la zona de confort es sinónimo de crecimiento la mayoría de las veces.
- Falta de confianza en uno mismo: A menudo dudamos de nuestra capacidad para cambiar. Todos tenemos la fuerza interior para mejorar. La confianza se construye con pequeños logros diarios, y debemos recordarnos celebrarlos.
A pesar de que cambiar cuesta, hay pequeñas acciones que podemos implementar para superar esa resistencia al cambio y encauzarlo poco a poco:
- Establece metas claras y alcanzables: Divide tus objetivos en pequeñas metas manejables. Esto hará que el cambio parezca menos abrumador. Empieza por buscar información sobre el tema que te interesa gestionar y haz una lista de opciones; eso ya es un gran paso.
- Mantén una actitud positiva: El cambio puede ser desafiante, pero una actitud positiva te ayudará a ver los beneficios y a mantenerte motivado. Apunta palabras de refuerzo en post-its y cuélgalos por toda la casa; sonreirás al verlos 🙂
- Busca apoyo: Habla con amigos, familiares o un mentor sobre tus objetivos. Hay muchos profesionales de todo tipo; encuentra el que se ajuste a ti. El método online puede ayudarte a romper el hielo.
- Celebra tus logros: Reconoce y celebra cada pequeño avance. Esto refuerza tu progreso y te motiva a seguir adelante. Apunta lo que haces bien, no solo lo que no haces. Recordarlo y celebrarlo genera hormonas de felicidad.
- Practica la paciencia: El cambio no ocurre de la noche a la mañana. Sé paciente contigo mismo; la paciencia es tu compañera de viaje. Recuerda que no vas a un destino concreto, sino a disfrutar del trayecto.
La resistencia al cambio es normal, pero no insuperable. Con paciencia, constancia, una actitud positiva y una mezcla equilibrada de compasión y disciplina, podemos convertir el cambio en una experiencia enriquecedora.
Si estás leyendo esto, es porque hay un cambio que te está llamando por dentro. Aprovecha esta fuerza que has generado en estos minutos y lánzate a por él. Si quieres que sea tu apoyo, mándame un mensaje.
¡Vamos a por ello!