¿Sabes no Hacer Nada?

Querido lector,

Este fin de semana me ha pasado algo curioso. Estaba agotada, necesitaba descansar, y decidí «no hacer nada». Sin embargo, mi «no hacer nada» se tradujo en horas de sofá, scroll infinito en redes sociales, y una maratón de series que, aunque entretenida, me dejó más cansada y desconectada de mí misma. En lugar de recargar pilas, he acabado sintiéndome más inquieta y con la mente llena de ruido.

Y aquí está la clave: no hacer nada no es lo mismo que desconectar de ti mismo.

A menudo confundimos descanso con evasión. Pensamos que apagar el cerebro con pantallas o llenarnos de estímulos nos hará sentir mejor, pero esto no es descansar, es anestesiarnos. No nos enfrentamos al cansancio ni al malestar, solo lo postergamos, y al final seguimos agotados.

¿Qué significa realmente «no hacer nada»?

No hacer nada es un arte. Es estar presente contigo mismo, sin expectativas, sin obligaciones, sin un objetivo concreto. Es dejar de hacer para los demás y empezar a estar para ti. Es permitirte simplemente ser.

Puedes estar en el sofá, claro, pero con la intención de reconectar contigo. No es perderte en un mar de estímulos, sino abrazar el momento y explorarte.

¿Cómo practicar el verdadero “no hacer nada”?

Aquí te dejo algunas ideas para que el descanso se convierta en un espacio de recarga real:

  1. Respira conscientemente. Dedica unos minutos a sentir tu respiración. No necesitas una técnica complicada; simplemente observa cómo entra y sale el aire.
  2. Medita. No hace falta sentarte en una postura perfecta ni vaciar la mente por completo. Solo cierra los ojos y escucha tus pensamientos sin juicio.
  3. Escribe. Pon tus emociones en papel. Es un acto liberador y una forma de conectar contigo mismo.
  4. Canta, pinta o crea. Sin importar el resultado. Estas actividades despiertan tu lado más genuino.
  5. Date un paseo en silencio. Conéctate con la naturaleza o con las calles de tu ciudad, pero sin distracciones externas.
  6. Simplemente siéntate. Mira por la ventana, escucha música suave, o permite que tus pensamientos fluyan.

La próxima vez que quieras «no hacer nada», recuerda que es una oportunidad para estar contigo, no para desconectarte más. Cultivar esta práctica te ayudará a recargar de verdad y a volver a tus días con energía y claridad.

¡Espero que esta semana te tomes un momento para practicar el verdadero descanso! 

❤️

Un abrazo,

Mònica

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