Feliz Lunes,
Espero que hayas tenido un buen fin de semana. Hoy quiero hablarte sobre algo que a menudo dejamos para el último momento: el cuidado de nuestra salud mental y emocional.
¿Por qué esperamos hasta estar al borde del colapso?
Esperamos porque no nos gusta prevenir, no queremos afrontar lo que hay. Es más fácil huir y seguir disimulando. Pero esto solo hace que la bola de nieve se haga más grande. Ignorar los problemas no los hace desaparecer; al contrario, los agrava. Entonces, ¿por qué no tomar acción antes de que la situación se vuelva inmanejable?
Imagínate esto: si tu coche muestra una luz de advertencia, ¿esperarías hasta que se rompa para llevarlo al mecánico? Por supuesto que no. Lo mismo debería aplicarse a nuestra salud. Desde niños deberíamos pasar por esa «revisión» regular que nos ayuda a mantenernos en nuestra mejor forma emocional y mental, previniendo que los problemas se conviertan en crisis.
La infelicidad es una epidemia mundial
Vivimos en un mundo donde el estrés, la ansiedad y la depresión se han convertido en la norma para muchas personas. En lugar de abordar estos problemas de frente, a menudo los ignoramos o tratamos de enmascararlos con distracciones temporales. Además, la vergüenza y los prejuicios asociados con buscar ayuda profesional nos detienen. Nos acostumbramos a vivir con malestar, pensando que es normal sentirse así. Pero la verdad es que no debería ser así. La vida puede y debe ser más que simplemente «sobrevivir».
Y el riesgo de esperar hasta tocar fondo es que, en algunos casos, ya no sea reversible. No podemos permitirnos llegar a un punto donde el daño sea irreparable.
Muchas veces me pregunto qué hubiera pasado si yo hubiera atendido antes a las señales que me mandaba mi cuerpo. ¿Habría llegado a donde estoy? ¿Habría ayudado antes a las personas? Lo que sí sé es que hubiera alargado mi vida y evitado muchos sufrimientos. Ahora estoy reparando los imperfectos de un pasado donde pude ser más feliz. Aprendí la importancia de escucharme a mí mismo y cuidar de mi bienestar antes de que sea demasiado tarde.
Tu llamada a la acción
Esta semana, tómate un momento para ti. Reflexiona sobre tu bienestar y considera si es el momento de buscar apoyo antes de que las cosas se vuelvan demasiado abrumadoras. Apoyo profesional o personal puede ser fundamental. Pero te pido que no esperes a las vacaciones para sanar; las vacaciones son una trampa donde solemos empeorar.
Recuerda, cuidar de ti mismx no es un lujo, es una necesidad. No esperes hasta tocar fondo. Mereces sentirte bien hoy y cada día.
Hasta la próxima semana,
Mónica